Biografía - Con mis palabras
Un recorrido por mi vida en la música con mis propias palabras
Mi nombre es Pablo Fernández. Soy de Pola de Siero, un pueblo situado en Asturias, en el norte de España.
Vengo de una familia sin tradición musical aunque con mucho talento natural para la música. Desde siempre me he sentido atraído por el arte en general y por la música en particular.
Tuve mucha suerte de que en su momento mis padres potenciaran ese interés y me apoyaran para seguir un camino, el de la música y la tuba, que por aquel entonces no era para nada usual.
Les estaré eternamente agradecido por ello.
Mi relación con la tuba fue como un amor a primera vista. Recuerdo que al entrar en el local de la banda de música de mi pueblo para inscribirme vi a un señor tocar un instrumento muy grande.
Inmediatamente supe que yo también quería tocar aquel instrumento. Me enamoré al instante de su sonido grave y profundo, de sus sinuosas formas e incluso de su característico olor.
Han pasado casi 40 años desde aquel momento y puedo decir que a día de hoy sigo tan prendado de “ella” como el primer día.
Básicamente, el motivo por el que toco la tuba es porque me hace muy feliz. A lo largo de mi carrera he tenido la oportunidad de dedicarme profesionalmente a otras actividades relacionadas con la música como la dirección o la gestión cultural, pero no lo he hecho porque simplemente no puedo vivir sin tocar la tuba.
A la edad 13 años tuve claro que la música iba a ser algo mas que una afición. Fue entonces cuando mis padres me compraron una Tuba Miraphone 86B en Do. Un gran instrumento con el gané mis primeras pruebas en jóvenes orquestas e hice mis primeras colaboraciones en bandas y orquestas profesionales.
Desde entonces siempre he tenido instrumentos Miraphone en mi equipo habitual de tubas. Me encuentro enormemente cómodo con ellas y me facilitan mucho la vida tanto a nivel de afinación como a nivel de calidad de sonido.
Aunque he disfrutado y aprendido mucho tocando en orquesta durante de mas de 20 años, no es menos cierto que durante ese tiempo también he echado de menos poder desarrollar otras actividades relacionadas con la música, pero el gran volumen de trabajo con la orquesta y el alto grado de exigencia del mismo, hacían muy complicado el poder compaginarlo todo.
Por este motivo, en el año 2014 decidí coger una excedencia en la orquesta y enfocar mi carrera hacia mis compromisos como solista, la música de cámara y la docencia.
Me considero muy afortunado de poder compaginar estas actividades y disfruto mucho de todas ellas, aunque he de decir que la docencia me apasiona.
De hecho ha sido un proceso natural el pasar de estar activo en la orquesta durante tanto tiempo, a usar toda esa experiencia para ayudar a las nuevas generaciones de tubistas y bombardinistas y enseñarlos a amar la música, a relacionarse sanamente con sus instrumentos y a ser la mejor versión de ellos mismos.